jueves, 30 de junio de 2011

Igualdad a cualquier precio?



Mucho se ha hablado de la igualdad entre hombres y mujeres, este es un tema indiscutible del cual no quiero hacer una polémica pero tampoco dejar de expresar mi opinión.

Desde tiempos inmemoriales hombres y mujeres han tenido roles y tareas claramente separadas, el hombre resulto eficaz como cazador y proveedor en tanto que la mujer sobre todo se dedicaba a las tareas de mantenimiento y en parir y cuidar a su prole.

Las sabidas diferencias de estructura cerebral entre ambos sexos daban soporte y lo darían aún a dicha división.

Pero la evolución de la vida y la sociedad humana hicieron que la mujer debiera salir de sus hogares hacia el mercado laboral. Colaboraron muchos factores en estos cambios, demasiados como para ser detallados en esta nota pero no quiero dejar fuera a las crisis económicas por nombrar solamente un factor.

Esa salida, esa apertura de la mujer hacia una nueva forma de vida no fué gratuita.

Las enfermedades cardiovasculares y el cáncer de pulmón, por sólo mencionar dos ejemplos avanzaron alarmantemente en la mujer hasta equipararse a los valores del hombre en lo que a las estadísticas se refieren.

Que ni decir de la repercusión sobre la familia, antiguamente los hijos eran criados por sus madres en tiempo completo, hoy muchas familias confían sus hijos en guarderías cuando no en sus abuelos que pasaron de ser "malcriadores" a padres sustitutos.

El efecto final de todo esto podría verse en la degradación de la sociedad, la violencia callejera, la pérdida de valores básicos.

La mujer avanza y me parece bien, siempre y cuando esto no afecte la natural forma de vida que siempre se mantuvo con armonía sobre la tierra.

Cabría preguntarse cuales son los motivos que impulsan al género femenino a una lucha sexista que muchas veces roza los límites de la tontería y que impulsa a la mujer al riesgo para su integridad y su salud.

Vivan las diferencias! Son las que hacen la vida más hermosa!

(La fotografía que ilustra la nota representa a las obreras de principio de siglo pasado trabajando en la fábrica de relojes Ingersoll en los Estados Unidos de América).

miércoles, 1 de junio de 2011

Nuevamente de pie



Hoy puedo decir que el viento cambió, que las nubes se disiparon y que el sol volvió a salir, hecho este que recibo con alegría y el mayor agradecimiento hacia mi suerte.

En escasos dos días mi vida habrá cambiado para siempre, empezando a compartirla con la mujer que el destino me asigno y que tanto busqué sin saberlo, sin tener la menor idea que ella me aguardaba a muchos kilómetros de distancia.

Tengo que agradecerle a Daniela que haya unido dos puntos que de no ser por ella jamás se hubieran encontrado.

A partir de allí mis días se llenaron de luz, color, calor y amor, hasta llegar a este caudal de alegría que hoy desborda mi corazón y a veces no sé como manejar.

Hubo mucha gente que se alegró y se sigue alegrando de este presente venturoso y lo sigue a través de la red como una novela de amor, y no están tan errados porque en realidad lo es. A todos ellos les envío todo mi afecto, mi buena vibra.

Pero también estuvieron aquellos que no comprendieron nada, y que no tuvieron mejor idea desde esa estrechez de pensamiento que poner todo tipo de trabas, gracias a D.os no tuvieron éxito y hoy saborean su derrota en soledad. También a todos ellos les envío todo mi afecto y mi buena vibra, entiendo que no pudieron hacer otra cosa. Por suerte fueron la minoría.

Un futuro aparece ante nosotros ahora, un futuro que cuidaremos a medida que se transforme en presente como a oro, porque es nuestro tesoro más preciado.

Yessica, quiero decirte que sos lo mejor que me paso en la vida, y que jamás dejaré de valorar tu presencia a mi lado.

Te amo, sencillamente te amo...