sábado, 19 de julio de 2008

Se acabó

Por fin se terminó! El famoso "Conflicto del Campo" me tenía cansado. El conflicto en la vida y las relaciones humanas suele ser enriquecedor y necesario cuando no inevitable pero particularmente este me resultaba odioso.
Porque odioso? porque era una lucha entre poderosos y como es sabido: "cuando se pelean dos elefantes el único que sufre es el pasto", entiéndase la metáfora que de por si es muy clara aunque por las dudas va la aclaración: nosotros somos el pasto.
Hemos sufrido miedo, ansiedad, nervios, discusiones tontas y estériles, desabastecimiento, etc.
No imagino a ninguno de los poderosos en cuestión teniendo que caminar cuadras y cuadras para conseguir los alimentos para su mesa o guardando como oro una bolsita de arroz, incluso a veces siendo culpado de "acaparador" y provocar la disparada de precios: me da risa.
Pero lo peor es como estos dos gigantes trataban de conseguir ayuda: "hay que ayudar a tal o cual" y así ni siquiera se ensuciaban las manos, en tanto, la población se dividía. Como siempre. Desde 1810 fue así. Mientras tanto, el mundo avanza, el resto de los países progresa y se transforma en potencias. Será esa la causa de que tengamos todas las riquezas y no vamos ni para atrás ni para adelante? Yo creo que sí.
Mientras esto pasaba en la Argentina, también pasaba la desnutrición, la mortalidad infantil y otros tantos flagelos que en estos momentos son ignorados esperando ponerse de moda para ser útiles a algún político de turno desvelado por sus ambiciones.
Se dice que hay que participar, que es bueno para la construcción del país, etc, etc. Yo digo que participar al estilo argentino no me interesa. Yo prefiero trabajar. Todos los días.

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