miércoles, 10 de febrero de 2010

Carta abierta a un ladron

Te escribo a vos, que hoy te acercaste a mi, caminaste silenciosamente tras de mi y con todo sigilo abriste mi mochila y me quitaste la billetera con los ahorros destinados a las vacaciones de mis hijas. Se que como todo ser humano actuaste con los recursos que la vida te dió y que no es tu culpa. Nadie te enseñó el precepto que dice: "No tomar lo que no te ha sido dado"...y lo hiciste...porque yo no te lo dí, lo robaste. Sos un ladrón. Pero a pesar de todo tengo cosas que agradecerte: me enseñaste que el valor del dinero es menor aún del que yo pensaba, porque cuando veo todo lo que tengo alrededor, las cosas que la vida me dió, siento que no me quitaste nada. El dinero lo repondré con mi trabajo, honesto y decente. En cambio vos, no sabés ganar tu propio sustento. Inútil diría. Yo hoy puedo llegar a casa y decir que alguien hoy es feliz gracias a mí...alguien que cree que el dinero hace la felicidad...eso si...no le digas a tus hijos como lo obtuviste...puede ser que se averguenzen de vos...o que formes delincuentes de tu clase, que a su vez dañen a mis hijos. No les digas que le quitaste a un hombre de bien y de trabajo el sustento que tanto le costó ganar. Sabé que no le robaste a un rico, sabé que vivo con humildad, por lo que gano, y por ideología. Tratá de pensar que el dinero no hace la felicidad, y que vas cayendo en picada...hoy te salió bien según tu forma de pensar ...mañana puede ser el fin de tu carrera. Que así sea.

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