jueves, 24 de septiembre de 2009

Basta por favor...



Acabo de ver en la televisión una nota acerca de las palomas y lo nocivo que resultan en la ciudad, condimentado esto con algunos reportajes y mostrando como una anciana las alimenta generando trastornos en la circulación peatonal.


Entre otras cosas se acusa a estos animalitos de transmitir más de 40 enfermedades, dañar los edificios públicos y un sinfín de "delitos biológicos" llamando yo esto así al daño que hacen por el solo hecho de existir, existir con el mismo derecho que existimos nosotros y cualquier especie viviente.


Lejos estoy yo de negar la transmisión de las enfermedades por parte de los animales, sería un mal médico si lo hago porque es una realidad absoluta, pero que existe desde siempre. Y si nos ponemos a analizar más en profundidad, cualquier especie animal trasmite enfermedades.


Decimos que tal o cual animal es dañino y lo repetimos sin discutir.


Pero si los animales extinguidos reaparecieran (y no me refiero a los dinosaurios, sino a todas las especies que desaparecieron en el siglo pasado, fruto de la acción del hombre, como dicen algunos el rey de la creación por medio de su inconsciente, cruel, salvaje y despiadada acción predadora) y pudiesen hablar, no dirían que el hombre les ha sido dañino?


No somos el centro de la creación. Cuando lo terminaremos de entender? Cuando ya no quede rastro de vida en el planeta y empecemos a devorarnos entre nosotros?


Los animales son nuestros compañeros en el camino de la vida, solo que tienen otro cuerpo, una forma de expresión diferente y tal vez eso poco quiera decir, acaso no comen como nosotros, no se reproducen sexualmente, no nacen y mueren, no tienen madre y padre?


Nadie, absolutamente nadie los puso en la tierra para que nos sirvamos de ellos, solo lo hacemos porque nuestra inteligencia nos lo permite, que es básicamente diferente.


Por las dudas, usemos esa inteligencia para protegerlos (nobleza obliga) y si nuestros hábitos alimentarios nos indican tener que sacrificarlos hagámoslo con la mayor dignidad posible hacia ellos, no perdiendo de vista la idea que no nos gustaría estar en el lugar de ellos.


Al mirar la pared del frente de mi casa, pintada con aerosol, no imagino a las palomas como los autores materiales.


Y profundizando algo más: los animales tampoco hacen la guerra, no matan por placer ni por dinero, no secuestran, no violan, no roban.


Respetemos toda forma de vida sobre la tierra.


Y mientras tanto, ocupémonos de lo importante y dejemos los animales en paz.

1 comentario:

polito dijo...

matemos a las palomas!!!! besos en al cola doc!