lunes, 24 de octubre de 2011

La belleza



Hace tiempo quería escribir sobre este tema, sobre un concepto tan fundamental para muchos como lo es la belleza. Punto emparentado con la juventud de una manera tan íntima e indisoluble que la pérdida de ésta implica en la creencia popular que también se pierde la primera. Es decir, los bellos son los jóvenes y a medida que se envejece la belleza se pierde.

Esto se piensa desde antaño y en algunos momentos y lugares ha sido diferente, al menos en parte al considerar a los ancianos como sabios y dignos de dirigir un grupo social, un país, etc.

La belleza física como tal es un valor superficial, ya que lógicamente se aprecia con los ojos y es algo que está a flor de piel. También es algo de lo que no podemos escapar. De alguna manera nuestra pareja nos pareció bella físicamente. Bien dice el dicho: "todo entra por los ojos" o también: "me enamoré a primera vista" y sabemos perfectamente bien que en un minuto no podemos saber cuan buena es una persona, pero sí cuan linda nos parece. Aunque nos resistamos somos sensibles a este principio.

Hasta aquí vamos bien, el problema empieza no nos aceptamos tanto en lo que nos tocó en suerte como al ir observando las modificaciones que el tiempo obra en nuestro rostro, en nuestro cuerpo.

Damos a esto un valor enorme, y en algunos casos entramos en tratamientos costosos, ridículos y otras veces sometiéndonos a cirugías que ponen en riesgo incluso la vida.

Sería mucho mejor aceptar estas variaciones como consecuencias normales de la vida y comprender la idea que la belleza nada tiene que ver con esto. Hay belleza en la edad, hay belleza en el paso del tiempo. Acompañado de sabiduría en la mayoría de los casos, y esto es lo bueno. Digo la mayoría porque sabemos que muchos envejecen en vano.

Esa misma sabiduría es la que nos hace aceptarnos como somos. Algunos tienen la suerte de adquirirla desde jóvenes. Envidiable sin duda. Otros nos tenemos que golpear para aprender.

Yo al menos prefiero la sabiduría antes que la belleza, ella me enseña a encontrar la belleza en todos lados, y creo que es una de las claves de la felicidad. Punto.

Para cerrar, develo la incógnita de la foto...quién es? La duquesa de Alba en su juventud, bellísima sin dudas...para reflexionar...

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