sábado, 13 de febrero de 2010

Sin sueños


Estoy ensordecido, y un zumbido pertinaz
molesta mis oídos.
Como puedo trato de caminar,
evitando tropezar con los escombros,
parece que la explosión fué tremenda.
Los pedazos volaron
en todas direcciones.
Tonto de mí...
Pensaba que jamás
esto sucedería.
Pero así fué.
Ni siquiera puedo armar todo otra vez.
Ni siquiera los pedazos sirven
para nada.
Y esa extraña sensación...
es lo peor...
es...diría...no sé.
Tomo algo que no reconozco
del suelo cerca de mi zapato.
Tal vez trae el aroma de alguna mañana,
de alguna vez...
Casi logra hacerme sonreír.
Pero, pucha...
me corté el dedo.
De él comienza a emanar
un líquido rojo, parece sangre...
Lo llevo a mis labios y lo pruebo.
Es extraño, no parece sangre...
Es amargo.
Sigo tratando de caminar
entre tantos destrozos,
pensando...
solo pensando...
como será...
ir por la vida...
ya sin sueños.
Escrita el 13 de Febrero del año 2000

miércoles, 10 de febrero de 2010

Carta abierta a un ladron

Te escribo a vos, que hoy te acercaste a mi, caminaste silenciosamente tras de mi y con todo sigilo abriste mi mochila y me quitaste la billetera con los ahorros destinados a las vacaciones de mis hijas. Se que como todo ser humano actuaste con los recursos que la vida te dió y que no es tu culpa. Nadie te enseñó el precepto que dice: "No tomar lo que no te ha sido dado"...y lo hiciste...porque yo no te lo dí, lo robaste. Sos un ladrón. Pero a pesar de todo tengo cosas que agradecerte: me enseñaste que el valor del dinero es menor aún del que yo pensaba, porque cuando veo todo lo que tengo alrededor, las cosas que la vida me dió, siento que no me quitaste nada. El dinero lo repondré con mi trabajo, honesto y decente. En cambio vos, no sabés ganar tu propio sustento. Inútil diría. Yo hoy puedo llegar a casa y decir que alguien hoy es feliz gracias a mí...alguien que cree que el dinero hace la felicidad...eso si...no le digas a tus hijos como lo obtuviste...puede ser que se averguenzen de vos...o que formes delincuentes de tu clase, que a su vez dañen a mis hijos. No les digas que le quitaste a un hombre de bien y de trabajo el sustento que tanto le costó ganar. Sabé que no le robaste a un rico, sabé que vivo con humildad, por lo que gano, y por ideología. Tratá de pensar que el dinero no hace la felicidad, y que vas cayendo en picada...hoy te salió bien según tu forma de pensar ...mañana puede ser el fin de tu carrera. Que así sea.

domingo, 7 de febrero de 2010

Una imagen vale más que mil palabras.


En la entrada anterior denunciaba el tráfico ilegal de animales y el trato brutal al que estaban sometidos. Lamentablemente no pude tener oportunidad ese día de obtener una foto y la que acompañaba al texto no era representativa de lo que se podía leer.
Hoy acompaño una fotografía que pretende aproximarse a la infamia que describí.
Creo que basta observar esta foto para que si queremos a los animales, sentir un poco en nuestro propio cuerpo de lo que sienten estos pobres seres abandonados a su suerte.
Nada más que decir...

domingo, 31 de enero de 2010

El tráfico de animales es un acto moralmente incorrecto.


Existe una manera muy sencilla de saber si un acto es o no correcto y es colocarnos en el lugar del ser vivo al cual dirigimos nuestra conducta e inmediatamente después pensar como nos sentiríamos si alguien nos tratase de esa manera, tras lo cual debiéramos adaptar nuestro comportamiento hacia el prójimo.

En el conurbano bonaerense, próximo a las estaciones de trenes, de San Martín entre ellas, pueden encontrarse personas vendiendo pichones de psitácidos (loros y cotorras), de días de vida, sin emplumar, colocados en grupos de a 100 ejemplares en cajas de cartón, sin protección alguna contra el calor y sin que tampoco se les suministre agua y alimentos, lo que resultaría vital ya que a consecuencia de dicha carencia mueren en un estado de total desprotección.

Dichos animalitos fueron cobardemente arrancados de los nidos donde se encontraban cobijados junto a sus padres. Si un animal puede y debe ser considerado un ser inocente, estos que describo lo son en un extremo absoluto.

Solamente llegan a sobrevivir aquellos por los cuales algunos pagan elevadas cifras de dinero, siempre y cuando estén entrenados en el arte de asegurar la alimentación de un ave que ha caído de su nido ya que estos deben ser encuadrados en esta categoría. Los que hayan sido comprados y no puedan ser alimentados correctamente morirán de inanición al igual que los que lo hacen en las cajas en las cuales se los exhibe para su venta.

Luego de ver esa escena lamentable caigo en la consideración de la barbarie del ser humano, adivinando argumentos a favor, del tipo de catalogar a estas especies animales como plaga. Bástale solo una normativa de este tipo al hombre para cometer todo tipo de tropelías al amparo de la Ley y aún con la satisfacción del deber cumplido.

Todo ser viviente teme al dolor y al sufrimiento y valora su vida, por tal motivo esta debiera ser respetada en forma absoluta.

Si hipotéticamente apareciera una especie superior en la tierra que gradualmente nos dominara y sometiera a todo tipo de tormentos como a aquellos que sometemos a las especies animales: matanzas, torturas con fines de recreación (riñas de gallos, corridas de toros, etc), su utilización en circos; y nos viéramos obligados a perder la vida para alimentarlos (con la excusa de que su Dios nos puso en la tierra para ese fin) automáticamente nos surgiría la pregunta: ¿Porqué? ¿Quién dice quién es superior e inferior y con qué derecho? Pues yo hago la misma pregunta cuando veo ese comercio inmoral. ¿Acaso no son al igual que nosotros, seres vivientes que sufren, necesitan de sus padres como nosotros lo hacemos, por sólo hacer una pequeña comparación? ¿Con que derecho se los humilla, lastima, golpea y atemoriza, cuando solo les queda por respuesta someterse? ¿Con que derecho nos creemos superiores a ellos?

Tal vez una diferencia fundamental sea que ellos no manejan dinero y nosotros no solamente lo hacemos sino que además acostumbramos medir la vida con esa vara.

¿Que podemos hacer para subsanar esa situación?

En primer lugar no considerarlo un tema menor, por el contrario recordar el ponernos en el lugar del otro y ello nos llevaría a reconocer inmediatamente que es un acto incorrecto del que no podemos ser cómplices.

En segundo lugar y fundamentalmente considero que NO DEBEN COMPRARSE ANIMALES POR NINGUN MOTIVO, ya que la vida no puede medirse por dinero y si estos inescrupulosos no encontrasen compradores ese comercio se desvanecería.

Tercero y último, si se toma el valor necesario, denunciar estos casos a la Policía y a las Sociedades Protectoras de Animales.

Existen leyes que castigan severamente a las personas que ocasionan daños a los animales.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Victor Toncich (1932-2009)


Ayer, 09 de Diciembre de 2009 falleció en la ciudad de Quilmes, a la edad de 77 años Víctor Toncich, mi padre.
Todo lo que de él pueda decir es poco. Fué un hombre ejemplar, lleno de virtudes que para todos los que lo queríamos serán fuente inagotable de enseñanzas.
Desempeñó múltiples trabajos en su vida: desde ayudante de mecánico de autos, pasando por obrero textil hasta comerciante en el rubro de los lácteos. Y por que nó en una oportunidad subió a mano un sinnúmero de baldosas en una casa de varios pisos por escalera para conseguir esos pesos que tanta falta nos hacían.
Recuerdo su despertador eterno sonando todas las mañanas a las 3 y su andar silencioso hacia la calle para abordar su camión Bedford y salir a ganar el pan. Regresaba ya de noche, fatigado pero con la satisfacción del deber cumplido.
No supo lo que eran las vacaciones hasta que mi hermano y yo estábamos grandes.
Tal vez callado y poco demostrativo, supo darnos su afecto a su manera, jugando muchas veces bruscamente, pero era su manera, y siempre era bien recibida.
Buen esposo, buen padre, buen abuelo y sobre todo un gran amigo, desde mi punto de vista nada puede reprochársele, por el contrario, siempre le voy a estar agradecido ya que todo lo que soy se lo debo a él, desde mi existencia misma.
Ayer te fuiste papá y me dejaste una herida tremenda y un vacío que nunca voy a poder ni tampoco quiero llenar.
Fuiste mi amigo, compañero, compinche y hoy quiero decirte que estoy orgulloso de que seas mi padre, no pude haber tenido suerte mejor.
Siempre te recordaré y quiero que sepas que estés donde estés tu luz siempre me iluminará y protegerá, serás mi ejemplo de vida y haré todo lo posible para que siempre estés orgulloso de mí.
Gracias por todo lo que hiciste por nosotros papá. Vivirás por siempre en mi corazón.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Insomnio

Desperté ese día con una sensación extraña, eran las tres y media de la mañana y suponía equivocadamente que era la hora en que habitualmente salgo de mi lecho.
Salí presuroso y en silencio de mi alcoba y me dirigí a la habitación principal, aún obnubilado y no muy convencido de lo que hacía. En ese trayecto sólo el crujir del piso de madera bajo mis pies se atrevía a contradecir al silencio de la noche. Inmediatamente, una luz me sacó de mi letargo, blanca y extraña, invadiendo la habitación, concentrándose bajo la ventana como un haz mucho más potente que orginaba los claroscuros en los que me hallaba en esos momentos.
Me aproximé a ella llegando al pie de la ventana, y sin dudarlo miré hacia arriba y la vi, era la luna, rodeada por algunas estrellas; saqué mi cabeza para observar mejor y me encontré bañado en ese blanco manto luminoso, rodeado por el verde fantasmal de mis geranios.
No podría definir cuanto tiempo estuve así, inclinado sobre mi ventana, inmerso en ese frío de la noche, que parecía esterilizar el aire que entraba sin pedir permiso.
El silencio era casi absoluto, y sólo el tic-tac del reloj de péndulo me conectaba con el mundo real y me recordaba que todo seguía su curso habitual.
No obstante eso, no me privé de ese espectáculo y allí estuve hasta que la luna, siguiendo su derrotero cotidiano, me dejó nuevamente solo. Casi sin darme cuenta, un rumor lejano iba apareciendo, era la ciudad que poco a poco comenzaba a despertar.
El presente texto fué escrito el 24 de Julio del año 2002 a las 03:30 minutos.
La ilustración es una acuarela del autor.

sábado, 3 de octubre de 2009

Estación Colegiales



No puedo encontrar una explicación lógica, pero siempre, al pasar por el mismo lugar, me doy cuenta de que estoy allí. Es curioso, porque minutos antes viajo como perdido, ensimismado en quién sabe que pensamientos: el ruido del tren, la gente, el viento en mi cara; pero al llegar allí se que allí estoy.
Afuera la noche es distinta, particular, como si fuera otro mundo, con una magia que no sé definir. A veces pienso que esa magia la dá la velocidad a la que pasa ese escenario ante mis ojos y el saber que no puedo entrar a él; lo que dura menos de un minuto pero siempre estoy dispuesto a ver.
No parece creíble que tan sólo las horas, en su lento transcurrir,sean capaces de transformar esa magia, esa imagen en algo tan real y palpable como rutinario. Tal es así que es difícil saber si es o no un sueño. Es sabido que los sueños son breves y como de ellos, también salgo de él cuando las luces de la próxima estación me hacen volver a la realidad.
(el presente artículo fué publicado en aves-urbanas, recuperado del mismo y republicado en doctortoncich)